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Somos conscientes del importante papel que supone la protección de nuestro entorno para las futuras generaciones. Para mantener dicha estrategia medioambiental, aplicamos un conjunto de actividades que permiten a la empresa lograr sus objetivos minimizando su impacto negativo en el entorno social y ambiental.
La producción se planifica bajo el criterio de optimización energética y realizando un control periódico de consumos.
Una producción inteligente que parte de la calidad en origen, aprovecha los recursos al máximo, minimiza los defectos de fabricación y tiempos de parada y consigue un ahorro en costes.
La empresa dispone de un plan de gestión integral de residuos, realiza una clasificación previa de los residuos y cuenta con los servicios de una empresa homologada que asegura un circuito de recuperación de los residuos generados.
Los restos de madera son transportados a plantas de valorización donde se fabrican tableros aglomerados.
Los metales son trasportados a empresas de fundición de hierro y acero para la posterior fabricación de piezas moldeadas.
Los plásticos son transportados a plantas manufactureras donde se fabricarán nuevos productos.
Los retales de polipiel que no pueden ser aprovechados como materia prima son donados a otras empresas para la confección de productos textiles.
Nuestras espumas están libres de aditivos perjudiciales para su reciclado, por lo que los restos y recortes pueden reutilizarse, tras métodos específicos de fabricación, en productos aglomerados.
La fabricación de nuestros productos parte de una metodología basada en el ecodiseño donde los criterios ambientales a lo largo de todo el ciclo de vida juegan un papel fundamental. Minimizamos el impacto ambiental ya en su diseño y continuando el análisis en la propia producción, utilización e incluso en su retirada.
Durante la fase de diseño priorizamos la utilización de material reciclado y/o reciclable (acero, madera, plásticos) sin descuidar la seguridad y la utilidad de nuestros productos.
En la fase de producción, identificamos continuamente los posibles aspectos e impactos ambientales del producto basándonos en el proceso de mejora continua, lo que permite tomar decisiones encaminadas a minimizar su repercusión en el medio ambiente.